Agricultura
Los plásticos han permitido convertir tierras aparentemente improductivas en modernas explotaciones agrícolas permitiendo a las economías locales de subsistencia convertirse en motores nacionales de desarrollo próspero económico y social. La agricultura, cada vez más especializada, encuentra un gran aliado e impulso en estos plásticos que son cada vez más capaces de responder de manera específica a las necesidades del cultivo y las exigencias del clima para poder afrontar el reto de la presión demográfica que, según datos de la FAO, supondrán más de 10 Billones de seres humanos en 2050 lo que requerirá un incremento de más del 60% en la productividad actual para poder alimentar a la población. Uno de los grandes retos de la plasticultura moderna es desarrollar técnicas que minimicen el impacto en el medioambiente de manera genérica mejorando su usabilidad, trabajando en espesores menores que reduzcan su huella de carbono y buscando nuevas aplicaciones para nuevos cultivos.